Hay una primera respuesta sencilla y obvia: tener una página web es la manera óptima y más natural de tener presencia en Internet.
¿Qué haces si te encuentras con una nueva empresa que te interesa o quieres más información acerca de los productos o servicios que ofrece? Lo que hacemos todos de una forma cómoda y rápida: conectarte a Internet, poner su nombre en el buscador, y esperar los resultados de Google. Es casi un acto reflejo. Si lo pensamos detenidamente, es difícil saber cómo sería nuestra vida ahora mismo sin una herramienta tan potente como Internet que nos chive todo lo que queremos saber.
Teniendo en cuenta esta idea, la conclusión es clara: tu empresa necesita estar en Internet de la mejor forma posible y eso solo se consigue a través de una web que comunique de forma clara el trabajo que realiza tu empresa, que sea sencillo navegar por ella, intuitiva, con una imagen fresca y con imágenes que transmitan a los usuarios quién eres.
¿Por qué una web y no solo un perfil en redes sociales?
Las redes sociales deben ser una herramienta para atraer a tu público y llevarlos a tu web, y no al revés. Con las redes sociales puedes llegar a un gran número de personas pero una web le aporta otros valores a tu negocio como credibilidad, prestigio y confianza.
Una web sí, pero que posicione en Google
Ya tenemos una web ¿y ahora qué? Ahora necesitamos que cuando los usuarios nos busquen en Internet nos encuentren, y si es en los primeros puestos, mejor. Esto se consigue de dos formas, con el posicionamiento natural (SEO – search engine optimization) y con el posicionamiento pagado (SEM – Search Engine Marketing). En Valore trabajamos ambas formas de posicionamiento.
En próximos post os contaremos más cosas sobre cada uno de los puntos que hemos comentado en esta entrada: redes sociales y posicionamiento web.